La expedición del Mariscal Cazador

"La civilización triunfará sobre las tierras salvajes. El hombre, sobre las bestias".

Durante más de dos milenios, el Imperio ha sido un bastión contra las acechantes Fuerzas de Destrucción. En el corazón del Viejo Mundo se yergue la nación más grande y poderosa jamás forjada por los hombres. Pero en su interior, en los rincones más sombríos y las profundidades más oscuras, acecha siempre el mal. Por sus bosques lóbregos merodean monstruos mutantes, bajo sus ciudades conspiran maléficos hombres rata y en sus cementerios se alzan muertos vivientes. Desde más allá de sus fronteras, unos enemigos monstruosos lo espían con mirada beligerante, y la amenaza de invasión de un sinfín de abominaciones sanguinarias constituye un peligro constante.

Pero aun así perdura, pues a la humanidad la mueve la inquebrantable determinación de no solo sobrevivir, sino prosperar. Desde que el legendario guerrero Sigmar unificó por primera vez las tribus del hombre contra sus enemigos comunes, la longevidad del Imperio se ha visto garantizada por grandes hombres procedentes de sus provincias.

Markus Wulfhart, quien se convertiría en el mejor explorador de todo el Imperio, llegó desde los bosques de Middenland. Nacido como un humilde cazador, su vida cambió de manera drástica e irremisible cuando un Gigante Quebrantahuesos de un solo ojo arrasó hasta los cimientos su ciudad natal, Drakenburgo, y masacró a sus habitantes. El joven cazador, que ardía con deseos de venganza, siguió el rastro del monstruo hasta su guarida, donde lo dejó ciego de un certero flechazo antes de cortarle con un cuchillo los tendones gruesos como cabos. Hecho esto, se aproximó al monstruo tullido y lo golpeó repetidas veces en el cuello con salvaje determinación hasta decapitarlo.

Markus había acabado con la bestia que había matado a los suyos, pero la tragedia acaecida a su ciudad lo llevó por un nuevo camino sembrado de sangre y muerte. Juró que, mientras le quedara un soplo de vida, ningún otro asentamiento sufriría el destino de Drakenburgo, y se consagró a la tarea de dar caza a los diferentes monstruos que merodeaban por el Imperio. Solo descansaría cuando el último de ellos hubiera muerto. En reconocimiento a sus hazañas, el mismísimo Karl Franz le ofreció un título de caballero y una hacienda nobiliaria. Sin embargo, Wulfhart declinó la oferta, pues no quería otra cosa que seguir adelante con la cruzada que él mismo se había impuesto. Impresionado por su sombría determinación, el Emperador le otorgó el título de Mariscal Cazador, capitán de todos sus exploradores.

Markus, responsable solo ante el Emperador, dirige un regimiento de exploradores y cazadores de élite escogidos personalmente por él en todos los rincones del Imperio; un grupo dispar en el que los habitantes de las grandes ciudades se codean con labriegos criados en las zonas rurales más atrasadas del Imperio. Sin embargo, una cosa está clara: los cazadores de Wulfhart son el grupo de asesinos de monstruos más consumado de todo el Imperio.

Faction Name La expedición del Mariscal Cazador

Campaign wh2_main_great_vortex

Culture wh_main_emp_empire

Subculture wh_main_sc_emp_empire

Military Group wh_main_group_empire

Faction Group wh_main_fact_group_empire

Faction Group

[HIDDEN]
Ganancias del botín posterior a la batalla: -50%
Construcción de asedio: ariete
Construcción de asedio: torre de asedio
Arietes: +1 por objeto de asedio construido
Torres de asedio: +2 por objeto de asedio construido
Antes del asedio: ariete
Antes del asedio: torre de asedio

Political Parties